JEREZ DE LA FRONTERA
Antonio
Caballero y sobrinos
Antonio Caballero dirigía el negocio familiar, dedicado especialmente a la elaboración de Brandy, desde 1870 en El Puerto de Santa María. Don Antonio era un enamorado de los vinos de Jerez. A finales del siglo XIX estableció unas pequeñas soleras para su consumo privado, a las que dedicó con devoción sus ratos libres durante más de 20 años.
En la década de los 60, Luis Caballero Noguera, sobrino de Antonio, trasladó las soleras más especiales a un enclave único y excepcional, el Castillo de San Marcos, edificio emblemático en el centro histórico de El Puerto de Santa María. Desde entonces estos vinos han descansado rodeados de un halo de historia, cultura y misterio.
El Amontillado del Castillo 1/38 es el vino seleccionado por Lustau de este almacenista.